domingo, 9 de octubre de 2011

La caída de Sor Angelina

En todo el convento de Ramesca no había crucifijo que brillara como el de Sor Angelina, por mucho que el resto de hermanas lo intentaran -ayudadas incluso por la propia Angelina en su infinita y odiosa generosidad- ninguna conseguía los mismos resultados. Ocurría exactamente igual con sus almas: La de Angelina brillaba por encima del resto. Alguna novicia llegó a asegurar que había visto un halo sobre su cabeza. Alguna novicia fue castigada con una severa azotaina por blasfema; por blasfema y por poner de manifiesto la ya de por si hiriente superioridad de Angelina.

El hecho de que no existieran los premios a monja del año no impedía que en el convento hubiera una envidia silenciosa hacia Sor Angelina. El resto de hermanas ansiaban su caída, pero precisamente esos pecaminosos deseos las situaban cada vez más lejos del altar en el que la hija pródiga del convento parecía haberse instalado a perpetuidad.

De entre todas las hermanas la que sentía una animadversión más agria hacia Angelina era la madre superiora, una anciana de rostro inescrutable cuyo nombre completo se había perdido como también se perdió su paciencia el día en el que Angelina recibió una carta del obispo reconociendo su labor. Como si fuera poco que el obispo la ninguneara de aquella forma junto a la carta venía una caja de huesos de San Expedito, ¡Con lo que le gustaban a ella los huesos de San Expedito!. Sin duda nadie sufrió como la madre superiora para rechazar los dulces cuando -¡Cómo no!- Sor Angelina se los ofreció a todas. Sin embargo ese sufrimiento se vio compensado varias horas después.

Con las uñas clavadas en la porcelana del borde inferior del retrete Sor Angelina rogaba porque el nuevo 'advenimiento' no la propulsara contra el techo. Ya llevaba más de una hora encerrada en aquella cárcel blanca y estaba segura de que su escandalosa gastroenteritis no habría pasado desapercibida. A menudo había deseado que Dios la pusiera a prueba de alguna forma para poder demostrar su fe inquebrantable pero no de aquella forma, no de una forma tan secular, tan terrenal, tan sucia. Pero lo peor no era eso, lo peor es que ni siquiera estaba pasando la prueba. ¿Con qué estaban hechos esos huesos de San Expedito? Era insufrible, no sabía cómo era el infierno pero estaba casi segura de que no ardía tanto. ¿Y lo de la eternidad? Bueno, aquello tampoco parecía irse a acabar pronto. Ya no tenía muy claro dónde había más cantidad de Sor Angelina, si encima o debajo del retrete, sentía como si su cuerpo se estuviera derramando sin control hasta que finalmente fracasó. No pasó la prueba. A pleno pulmón y entre lágrimas de desesperación le rogó a Diós que aquello parara.

Cuando cinco horas después consiguió salir del baño la sonrisa con la que le recibió la madre superiora y su fingida preocupación no le afectaron en absoluto. Tenía otras cosas en las que pensar, para ella Diós había muerto aquella misma tarde.

miércoles, 6 de julio de 2011

El Secreto de Juan y Medio

Esto no es un rumor como lo del loft de Guardiola con Constantino Romero en Barcelona, esto es un hecho. Bueno, tampoco es que sea un hecho, pero es una conclusión a la que se llega por pura ciencia. No es magia, es ciencia, bueno, pseudociencia... pero tampoco os preocupéis mucho por eso, ya veréis lo bien que nos lo vamos a pasar.

En realidad es algo que muchos ya habréis pensado alguna vez, es algo que está ahí, supurando por todos los poros de la cultura pop española. Juan y Medio siempre rodeado de viejas en programas infames de Canal Sur, seguro, PERO SEGURO, que a alguna se ha follado. Tantas viejas mojando las bragas por las corvas de Juan día tras día, mes tras mes. Yo que sé, en algún momento de debilidad, después de una paja interrupta o algo así, un encuentro en la tercera edad. Venga Juan, que sé que lees esto, no me dejes sólo, confiésalo, no hace falta que des nombres, pero joder, a alguna ya te habrás follado ¿no? que uno no es de piedra.

Yo creo que además las viejas lo saben, saben que de vez en cuando toca, van a sus programas como si fueran una rifa de pollas. Por eso se ríen así en el público, esas risas nerviosas e histéricas precoito, UuuuUhUhUuUHh, hay rumores en el plató de que Juan y Medio hoy viene con ganas, hay un rollo muy turbio entre bambalinas, un doble sentido constante entre el equipo técnico del programa que acrecienta la tensión sexual en el plató. Menudo conquistador del ocaso estás hecho, figura.

Nota: Observad cómo, elegantemente, no he hecho ninguna mención a los programas con niños de Juan y Medio. En caso de juicio no os creáis que es moco de pavo.

domingo, 5 de junio de 2011

El bigote fantasma


¿Habéis visto a Aznar últimamente?, bien, miradle atentamente ¿No notáis nada raro? No, claro que no lo notáis, nadie lo nota, pero ya no tiene bigote, YA NO TIENE BIGOTE. Aznar no tiene bigote y nadie lo ve. Entre su nariz y su labio superior hay un erial paralítico que el subconsciente colectivo sigue llenando de pelo. Se ha producido un fenómeno como el de los miembros fantasmas de los amputados pero al revés. Los amputados siguen notando el miembro que les falta y nosotros seguimos notando el bigote que le falta a Aznar.


Aunque no sé si a él le pasará lo mismo, a lo mejor él también sigue viendo su bigote. Joder, eso sería terrible, estaría todo el día afeitándose, muy obsesionado, pasándose la cuchilla muy fuerte, Ana Botella preocupadísima porque a su marido se le está yendo la cabeza de cojones, bueno no, que va a estar preocupada, ella también vería el bigote fantasma y a lo mejor hasta le ayudaría a afeitarse. Menuda pesadilla, acabaría arrancándose el labio superior.

Yo creo que si se arranca el labio superior y deja al aire la piñata con un buen tramo de encía el horror sustituirá al miembro fantasma y se acabará ese espejismo diabólico. Sería algo asqueroso pero comprensible, algo tangible y no un puto juego espectral desconcertante. Habría que estar muy loco ya para seguir viendo ahí un buen bigote en vez de ese atisbo repugnante de calavera y muerte.


sábado, 9 de abril de 2011

Pégale al suelo.

Esa cosa tan humana, te tropiezas y miras atrás a ver por qué ha pasado, miras al suelo buscando explicaciones. Un pequeño click, un 'ir más allá'. Enfadarte mucho con el suelo, le insultas, te tiras encima de él y le arreas unos buenos puñetazos, hasta que te sangran los nudillos depellejados. Morder el suelo. No por un bordillo a lo fácil, atacando una zona asible, no, muerdes el suelo en su parte plana, los 180º de suelo, tienes que abrir la boca hasta el infinito, estás tan enfadado que lo consigues, te crujen las mandíbulas como si partieras nueces y abarcas el suelo muy fuerte, se te incrustan los dientes en las encías. Mucha sangre y cemento.

Y ni siquiera es una cosa pasajera, una enajenación, no, no, aquí no te levantas y te ríes excusándote 'jeje perdón, se me ha ido la olla', este es un enfado serio, con rencor. Luego vas hablando mal del suelo, vas intentando poner a la gente en su contra, malmetiendo.

adam west floor sign wet floor


domingo, 13 de marzo de 2011

Pesadilla cosmética.

Después de mucha crema exfoliante, mucho aloe vera, mucha baba de caracol, no sé, después de mucha neurosis con el tema una mujer consigue tener las manos completamente suaves, el nivel máximo de suavidad, un 100%, un absoluto. Pero el destino se ríe en su cara, sus manos ahora tienen un índice de rozamiento 0 y es completamente incapaz de coger nada, todo le resbala, sus manos son tan suaves que son completamente inútiles, no puede coger ni una puta taza. Se tiene que inventar pequeñas liturgias siempre que quiere coger algo, mojar las manos en agua y meterlas en un cubo de arena para rebozarlas para que así ofrezcan algo de resistencia, encima tiene que hacerlo rapidísimo porque sino el agua se le escurre. En la teletienda ni siquiera le avisaron de que eso pudiera pasar y los lleva a juicio. Va al juzgado con sus dedos de croqueta sosteniendo un maletín. En el maletín ni siquiera lleva nada, sólo lo lleva para mostrar su drama. Es una farsante desde el principio. ¿A qué venía esa obsesión con suavizarse tanto las manos?

jueves, 10 de marzo de 2011

Mantén tu puesto de trabajo


Estoy a punto de batir mi récord absoluto de permanencia en un mismo empleo así que ya estoy en la posición de dar consejos sobre el tema, de acogeros bajo mi brazo y empezar a divagar en vuestras narices como si me hubiera llegado la senectud, váis a oler mi aliento a zarzaparrilla hasta que tengáis náuseas. Dejad que sea vuestro mentor laboral por un día joder, hacedme caso, que hoy os traigo material del bueno.

¿Cuál es la manera más segura de mantener un puesto laboral? ¿Hacer bien el trabajo? Sí claro, pero eso es trampa. Es como un chiste de vómitos o de amputaciones: aunque sea malísimo te ríes. Eso es jugar sucio, ir por el camino fácil, es muy comercial joder, no me seáis mierdas, no vendáis vuestros culos al mainstream. Hacer bien tu trabajo no tiene ningún mérito. La verdadera aventura comienza cuando intentas mantener tu puesto de trabajo haciéndolo mal. ¿Cómo? preguntarán miles de lectores ávidos de superar su propio récord en el buscaminas una y otra vez desde sus oficinas hasta el fin de los días.

Es más fácil de lo que parece. Pensadlo. Para que os despidan algún encargado de personal o similar tiene que comunicaros la noticia y es bastante fácil saber quién es el responsable de esas labores en cada empresa. Acojonad a ese medianía, que os tenga miedo desde el primer día, que piense que sois peligrosos, que sois capaces de echarle abajo la barraca a la mínima. Pero sin pasaros, no puede tener pruebas contra vosotros. Murmurad a su paso amenazas inconexas, haced comentarios ambiguos sobre sus hijos, dadle la mano con fuerza todas las mañanas mirándole fíjamente a los ojos. Tenéis que hacerle pensar que si os despide, a la mañana siguiente pasarán cosas, cosas con machetes y fuego, mucho fuego, FUEGO A TOPE*.

Pero cuidado, sólo lo tiene que saber él, sólo tiene que tener miedo él, si varias personas se juntan y se posicionan en vuestra contra podrían envalentonarse y despediros descubriendo toda vuestra farsa. Tenéis que aislarle en su pánico, convertirle en ese primer testigo de las películas de terror, ese pobre diablo que ha contemplado el horror y al que nadie cree.

Sentid su miedo, regodearos en su pánico mientras pasáis las horas muertas en la oficina mirando al techo, cumpliendo el sueño americano, haciendo girar la rueda del capital, prosperando.

*En un momento de El Cuervo, dos malvados punks gritan por la calle '¡Fuego a tope! ¡Fuego a Tope!' en lo que la crítica cinematográfica ha considerado universalmente como la mejor y más sutil caracterización de un antagonista.

jueves, 3 de marzo de 2011

Análisis publicitario de periodicidad imprevisible: Danacol


Hoy ha arrancado una campaña de Danacol en youtube con Indurain como protagonista. Prescriptor famoso, empezamos mal. Prescriptor famoso y deportista, cada vez peor. Prescriptor famoso y deportista retirado, vamos de Guatemala a Guatemierda. Pero hasta ahí nada nuevo. Bien, echadle un ojo a la foto de Indurain.


Y ahora responded a la siguiente pregunta: Olvidándonos de que sabemos perfectamente quién es, ¿De qué aspecto tiene en esa foto Induráin?

a) De haber ganado el Tour de Francia 5 veces.
b) De paralítico cerebral
c) De compañero de parranda de Charlie Sheen


Tanto la b como la c son correctas. En realidad tiene aspecto de compañero de parranda de Charlie Sheen con parálisis cerebral. Hasta la mano que aparece por ahí debajo sosteniendo el producto parece un inserto, como si hubiera ahí un asistente agachado supliendo las manos inertes de Miguelón.

¿Y qué es eso de gánale la carrera al colesterol? Los publicistas siempre sienten una necesidad mórbida de aunar el mensaje publictario con alguna característica de la profesión del prescriptor famoso pero en este caso parece que sugieren que le ganes la carrera al colesterol muriendo antes de otra forma. 'jajaja jódete colesterol, he muerto por sobredosis, TÚ NO ME HAS MATADO, TE HE VENCIDO'. Casi parece como si Danacol en realidad fuera una droga novísima, algo así como heroína en yogur líquido.

PD: ¿Y qué me decís de su sonrisa? Ese ictus asimétrico, ese quiero y no puedo. No me puedo creer que de toda una sesión de fotos esta fuera la mejor.

sábado, 26 de febrero de 2011

Trollemaster


El otro día vi La Profecía, la de Gregory Peck, pero este no es uno de esos blogs en los que el autor aburre a la gente contando su puta vida. En la peli hay un momento muy cinematográfico, ya cuando la pareja sospecha que su hijo es un demonio, en el que Gregory Peck que ha viajado a Italia para investigar el asunto llama a su mujer en Estados Unidos para decirle que huya del país. La mujer le pregunta que por qué, que qué pasa, pero el mago del suspense de su marido no se lo quiere decir. Y ojo, que la mujer está en el hospital escayoladísima, con la movilidad impedida, pero da igual, la tía le hace caso e intenta huir del país, ¿cómo no le va a hacer caso? es su marido y es embajador, si no puedes fiarte ni de tu marido embajador apaga y vámonos ¿no?.

Esta misma situación se repite en infinidad de películas, son esas pequeñas mierdecillas del cine que nos entran por los ojos como si nada, esas excrecencias necesarias para que un personaje no repita hablando lo que el espectador acaba de ver, esas incongruencias que ya ni notamos gracias al efecto de acumulación y la suspensión de la incredulidad.

-Nicole, tienes que salir de casa ¡Ahora!
-¿¡Pero qué ocurre!?
-¡No hay tiempo para eso!, ¡Sal de casa!
-Pero...
-Pe-pe-pero el poncho ¡Sal de casa! ¡YA!

Ya me dirás lo que se tarda en decir algo como 'la casa va a explotar' o 'el tío camuñas acecha en el armario'. Yo creo que hasta ahorras tiempo porque no te hacen preguntas. Pero bueno, es la magia del cine.

¿Es la magia del cine trasladable al mundo real? No siempre, -todos mis intentos de fabricar un monopatín volador han acabado en tragedia amoratada- pero creo que si durante muchos años llevas una vida ordenada y ejemplar, seria, aburrida y diligente puedes llegar a tener un gran Potencial Troll. Acumulas la confianza de tus semejantes durante años para de repente ser capaz de gastar las bromas más inverosímiles y convertirte en el Trollemaster de la residencia de ancianos.



Imagínaos. En realidad Gregory Peck ha descubierto en Italia que su hijo es perfectamente normal y para celebrarlo se le va la puta cabeza y decide gastarle un BROMÓN a su mujer, le llama fingiendo estar preocupadísimo, consigue hacerla volar escayolada hasta Italia y luego se descojona en su cara de momia mientras descorcha una botella de Lambrusco.

domingo, 20 de febrero de 2011

The Game


En anteriores posts ya me he quejado y he propuesto soluciones al principal horror de la sociedad moderna: Ser increíblemente aburrida y carente de emociones. Es la hora de añadir la zanahoria al muñeco de nieve de esa reflexión.

Por si fuera poco drama que nuestras vidas tengan una inclinación terrible al tedio la mayoría de cosas que nos ocurren son incontrolables. Esto en principio podría ser divertido e incluso emocionante, el miedo a lo desconocido, ya sabéis. Pero no, los riesgos incontrolables de la modernidad son el cáncer, los accidentes de tráfico y que no funcione internet. ¿Qué tiene de emocionante el cáncer comparado con, por ejemplo, el ataque de un monstruo tentacular en el mar de los sargazos en el siglo XIX? ¿Y un accidente de tráfico? ¿Qué tiene de aventuresco morir por quedarte dormido al volante? Morir dormido, ¡dormido! mientras podríamos estar muriendo a miles, qué digo a miles, ¡a cientos de miles!, por ataques de bandidos en los caminos reales después de intensos combates a espada como ocurría antaño.

Esta falta de control lejos de proporcionarnos emociones lo que acaba trayendo es una despreocupación por nuestros actos y en definitiva más apatía y aburrimiento. Contra un pulpo gigante puedes liarte a espadazos, contra el cáncer sólo queda tumbarse en la cama y sufrir los efectos de la quimioterapia hasta morir tumbado en una cómoda cama. Si no te hubieras arriesgado tomando esa ruta, si hubieses puesto el barco al pairo, no te habrías adentrado en esa maraña ignota de algas, si hubieses sido más prudente a la hora de acercarte a la borda para intentar descubrir el origen de ese sonido burbujeante y si hubieses acertado con ese último mandoble el pulpo gigante no estaría ahora apunto de triturarte las costillas con su afilado pico. ¿Pero qué podrías haber previsto con el cáncer? ¿Qué podrías haber hecho? ¿Dejar de comer transgénicos? No. Absolutamente nada.

Pero no todo está perdido, la despreocupación debe ser reconducida, la despreocupación y la inconsciencia son los dos pilares sobre los que se construye la diversión. Si nuestros actos no tienen relaciones directas con sus consecuencias aprovechémonos de ello, generemos nuestros propios procesos de causa y efecto. Nuestros propios juegos. Dejemos que nuestra vida esté controlada totalmente por el azar. Si alguien dice determinada palabra en el transcurso de una conversación busca cualquier excusa para ofenderte e insultarle, bésala si se pone unos zapatos rojos, mata a la próxima persona que conozcas que se llame Pascual y no hables en las peluquerías bajo ningún concepto.



No puedes controlarlo, ríete de la vida a la cara, diviértete.


sábado, 12 de febrero de 2011

Análisis publicitario de periodicidad imprevisible: H&S

De nuevo una sobrexplotación de la palabra 'todo', igual que en el post anterior. Cómo nos gusta exagerar.


¿Fernando qué tienes en la cabeza? De TODO menos caspa. Concentración, eficacia, ganas de violar monjas, precisión, tradición, esquizofrenia, de TODO menos caspa, la caspa es lo más bajo. Cualquier cosa que puedas tener en la cabeza es preferible a la caspa, incluso un tumor cerebral.

¿Y si en realidad el anuncio fuera una manera retorcidísima de Fernando Verdasco para comunicar que realmente tiene un tumor cerebral?. El tumor le ha vuelto muy loco, le ha presionado los lóbulos contra el cráneo muy fuerte y ha desarrollado un sentido del humor rarísimo. Ha engañado a los de H&S para montar toda esa farsa que sólo sabe él, pero recordándola por las noches se ríe a carcajadas en su cama mientras se acaricia la protuberancia que ya empieza a asomarle por detrás de todo ese PELAZO.

martes, 1 de febrero de 2011

Todo dos por uno.


El otro día estuve en un restaurante que anunciaba eso. A simple vista parecía la clásica oferta de dos por uno, pero era diferente. No ponía menús infantiles dos por uno, panqueques dos por uno ni ninguna fórmula mojigata. Ponía todo, TO-DO, se tiraban a la piscina, TODO dos por uno. Se tiraban a la piscina sin flotador, a una piscina con cloro en el agua, es más solamente con cloro, en su estado gaseoso, de hecho ni siquiera había piscina, sólo había un agujero negro de duplicidad que olía intensamente a cloro.

Entrabas y daban ganas de pedir dos tenedores, dos sillas, dos camareros, dos de todo, dos restaurantes, ¡dos! jajajaja idiotas, no lo habéis visto venir. Sírveme dos cocacolas camarero bicéfalo. ¿Y el propio cartel? ¿qué pasa ahí? Dos carteles de Todo dos por uno. Los restaurantes se irían duplicando hasta el infinito. La primera réplica del restaurante original también tendría un cartel que le obligaría a seguir clonándose. Un rollo fractal muy chungo y catastrófico. Algo de lo que Copérnico ya nos advertía.

wizard, mago, hechicero, sorcerer, atomic bomb, explosion, mage

Al final el restaurante se sale con la suya y acabas con el doble de diarrea.

No me extrañaría que para la expansión de Starbucks haya ocurrido un fenómeno similar.

domingo, 30 de enero de 2011

Hay un señor en la estación de autobuses de Burgos.

Hay un señor en la estación de autobuses de Burgos. Está siempre ahí a pie de dársena. Jornada completa, como un trabajador más, pero no es un trabajador más, es un farsante.

De vez en cuando se acerca a uno de los autobuses que están a punto de partir, se diluye entre la gente que está despidiéndose de sus conocidos y comienza con su teatrillo. Finge que también tiene a un conocido en ese autobús y se despide de él. Se despide muy efusivamente, algunos días incluso se atreve a lanzar besos, besos al vacío. Durante esos pocos segundos no está sólo.

Lo que él no sabe es que mucha gente de esos autobuses está representando la misma farsa pero a la inversa. Ellos tampoco tienen a nadie ahí abajo. Pero al menos estos segundos farsantes viajan.

martes, 25 de enero de 2011

Grandes momentos históricos II - La magia comienza.


Mientras Hans Rybner balanceaba nerviosamente sus piernas en el asiento de clase turista que le llevaba de su pueblo natal a la bulliciosa Hamburgo difícilmente podría haber previsto lo que allí iba a acontecerle.

Hans, hijo de alfareros, nieto de alfareros y bisnieto de alfareros -al menos hasta donde recordaban los álbumes de fotos de la familia- era también alfarero por inercia generacional. Pero Hans odiaba la arcilla y a diferencia del resto de su familia tenía unos dedos delicados, delgados y largos. Su hermano Rupert, por ejemplo, se burlaba de él y le llamaba 'pianista', insulto que ocupaba una de las primeras posiciones en su escala de ofensas. Pero Hans no quería ser pianista, Hans quería ser mago.

Desde que con cinco años viera a Günter el Magnífico hacer el truco del pañuelo bailarín enfrente del taller de su padre tuvo claro a qué quería dedicar su vida. Pero la inercia generacional para un primogénito varón es insalvable y tuvo que ocuparse del taller familiar una vez que su padre murió. No porque fuera necesario para alimentar al resto de hermanos -de hecho el taller generaba cuantiosas pérdidas- sino porque era lo que se suponía que debía hacer.

Muchos años después de que muriera Günter el Magnífico, Hans, aunque nunca llegó a saberlo, conoció a su nieto. De camino a Alemania, el nieto de Günter, Jurgen, paró en su taller para hacer unas consultas acerca de unas piezas de cerámica que pretendía emplear en uno de sus trucos pues él también era víctima de la inercia generacional. Obviamente, Hans le atendió encantado y fue amable por primera vez con uno de sus clientes después de 15 años moldeando cuencos de barro. Jurgen el Fantástico le obsequió agradecido con una entrada para el Festival de Magia que se celebraría dos meses después en Hamburgo.

Durante los dos siguientes meses Hans experimentó varias cosas por primera vez. Por primera vez sintió que la vida no era cenicienta y gris como la arcilla con la que había trabajado día tras día desde que tenía uso de razón y por primera vez soñó. Soñó con sables, soñó con pañuelos de colores de viveza indescriptible, con conejos saliendo de chisteras, con chisteras saliendo de conejos, con cuchillos que cortaban el aire para clavarse hasta la empuñadora a escasos milímetros de ingles anónimas, soñó con todo tipo de imposibilidades, soñó con la magia, la propia esencia de la magia parecía cobrar forma ante sus ojos durante sus sueños, tan hipnótica, serpenteante, tan tentadora. Apenas habría podido concentrarse para trabajar de no haber necesitado el dinero para poder pagarse el viaje a Alemania.

Y por fin llegó el gran día, después de un larguísimo viaje en tren llegó a una Hamburgo en pleno Festival. Decepcionado poco tardó en darse cuenta de que su entusiasmo por el Festival de Magia apenas era compartido por otras cinco personas en toda la ciudad, con las que por otro lado, nadie que apreciara su tiempo libre habría compartido un café. El Festival de Magia tan sólo era un festival accesorio al gran Festival de Hamburgo, que como todo buen festival tiene en el alcohol a su mayor reclamo -y tal vez único-. Las calles estaban atestadas de rubicundos beodos tambaleantes y para el pobre Hans, acostumbrado a la quietud de su taller, aquello era demasiado. Agarrado a su entrada intentó preguntar a varios de aquellos borrachos pero poco obtuvo como respuesta aparte de balbuceos, relatos inconexos y eructos.

Más de casualidad que de otra forma finalmente lo consiguió, finalmente llegó a la carpa descolorida y remendada en la que se alojaba LA MAGIA. Apenas había cola salvo la que formaban unos austriacos mal informados, así que Hans pronto llegó hasta el enano que hacía las veces de taquillero subido a un cubo dado la vuelta. Cuando Hans le tendió la entrada al enano se convirtió en el único testigo en toda la historia de la humanidad de un fenómeno paranormal, de un fenómeno mágico, de algo completamente inexplicable, Cuando Hans le tendió la entrada al enano éste se volvió bruscamente para evitar que entrara en la carpa uno de los austriacos que aún no se había convencido de que allí dentro no sirvieran cerveza. El enano no pudo verlo pues con su movimiento se trastabilló y se cayó del cubo. Pero Hans sí pudo, entre todos los presentes solamente Hans lo vio, vio como su entrada para el Festival de Magia de Hamburgo desaparecía de su mano, sin ningún efecto de luz ni sonido, sin ninguna sensación extraña, sin que el aire se enrareciera en absoluto. Simplemente desapareció y el enano, enfadado como sólo puede enfadarse un enano del que unos austriacos borrachos acaban de reírse no le dejó entrar en la carpa y Hans tuvo que volver a su taller.


Pese a ser la única persona que jamás ha contemplado algo verdaderamente mágico y no simples juegos de manos, trucos y engaños, Hans Rybner siempre llevó con gran peso en su corazón aquella oportunidad perdida y desde entonces y desde su taller profesó un profundo odio hacia los austriacos y los enanos.

sábado, 15 de enero de 2011

Pues súbete la bragueta.

Llevo años haciéndolo, sé que no debería, pero lo hago, y nadie se ha dado cuenta, hasta ahora. Al comienzo fueron pequeñas bromas, pequeñas charadas inapreciables. En el código de mis páginas web incluía breves comentarios, bien escondidos entre todo el fango del html, unos claros entre todo ese espeso bosque farragoso. No eran comentarios sobre el propio código, eran, por poner un ejemplo entonces recurrente, palabras sueltas que me hacían gracia como "panqueque", "saltimbanqui" o "cuchufleta", todo muy dadá, muy personal, unas travesuras inofensivas, petardos de veinticinco pesetas.
Pero nadie se daba cuenta y me fui confiando, de palabras sueltas pasé a frases, frases descontextualizadas, a menudo insultantes, daba igual, nadie se fijaba nunca, era invisible, nadie iba a ponerse a buscar entre el código de mis páginas línea a línea como si allí fuese a encontrar las claves del asesinato de Kennedy o la forma de hallar la piedra filosofal, allí podía escribir lo que quisiera y hacerlo público sin que jamás lo leyera nadie. Pero estaba el riesgo, siempre estaba el riesgo, el riesgo era lo único que hacía que tuviera sentido. No era lo mismo que escribir algo y guardarlo en un cajón bajo llave, lo que escribía estaba expuesto, estaba al alcance de todo el mundo. Allí podía gritar, eran gritos de verdad aunque nadie los llegase a oír nunca, yo oía el árbol cayendo en el bosque, yo estaba allí, estaba solo, pero estaba en el bosque.

Lo que escribía se fue volviendo cada vez más introspectivo, laberíntico, intestinal, y así fui diluyéndome naturalmente en la poesía y nadie se dio cuenta tampoco entonces. Pasaron los años, depuré mi técnica, la llevé lo más lejos que pude -que no fue mucho-. Hasta que un día, también de forma líquida, la poesía pasó a formar parte del bosque, los comentarios dejaron de ser comentarios la poesía pasó a formar parte del código propiamente dicho, ya no usaba el lenguaje ordinario, era poesía en html, las etiquetas cobraron musicalidad y significado, un significado que probablemente sólo fuera capaz de descifrar yo, pero un significado al fin y al cabo. Ya era completamente imposible que nadie me oyera gritar nunca. Pero yo seguí gritando.

¿Qué? ¿Qué os ha parecido esta? Parecía que iba a ser el mismo rollo de siempre, las mismas locuras, con esos petardos de veinticinco pesetas, ¿y qué me decís del título?... jeje, pero menudo giro, menudo giro hacia el drama, como una confesión, un "¡eh! ojo, el simiópata tiene corazón, corazón de mono, pero corazón". Y encima ahora quiere quitarle hierro al asunto añadiendo este último párrafo ligero. Tiene delito. ¿A cuántos niveles podré llevar todo este rollo de los metacomentarios? Yo ya he perdido la cuenta. Encima se autodenomina simiópata, este tío es imbécil.

lunes, 10 de enero de 2011

LET ME TELL YOU OF THE DAYS OF HIGH ADVENTURE

Escupo sobre el estado del bienestar. Una frase dura para empezar, para enganchar al lector, una pequeña patada en la boca, que no hace daño pero espabila. Escupo sobre el estado del bienestar. Reiteración, bien, bien, vamos bien, aunque nos estemos retrasando vamos bien. Escupo por tercera vez sobre el estado del bienestar, el estado del bienestar -y arranco- es el estado del aburrimiento, del tedio, no sé a qué viene tanto alboroto ni tanta ansia. Occidente concibe el bienestar como una monótona ausencia de riesgos vitales, como una repetición del mismo día una y otra vez, Cheerios a las 7.13, señor con cabeza de Zeppelin a las 7.28, Let it be versión peruana a las 8.05, me seguís, me seguís. Sois listos, un aplauso para mis lectores. ¿nadie? ¿ni siquiera estás aplaudiéndote tú mismo? claro que no, porque eso sería ridículo y hemos dicho que sois listos. Pero no me distraigáis.


En definitiva el estado del bienestar no supone más que una aceleración en la percepción del paso del tiempo donde todos los días se acaban convirtiendo en el mismo y van pasando sin pena ni gloria hasta que un día, ese único día al fin y al cabo, te sale pelo en las orejas y caes muerto de un infarto derramando el agua del vaso de tu dentadura postiza sobre el alicatado. El estado del bienestar es la muerte en persona, vamos, en estado, bueno, ya sabéis lo que quiero decir así que no me vengáis con monsergas.

¿Qué espacio le queda a la aventura, a la sorpresa, a lo desconocido? ¿Dónde se esconden en nuestro querido estado del bienestar? En la ficción, sólo en la ficción podemos escapar un poco de nuestro querido bienestar y quitarnos el moho de los huesos y de los ojos. Como mucho algunos LOCOS se aventuran en la naturaleza a practicar deportes de riesgo, deportes de riesgo con medidas de seguridad estudiadísimas para que no haya accidentes, de forma que el único riesgo que corren es el de ser unos malditos HIPÓCRITAS.

godzilla, comic, basketball, baloncesto


Basta ya de vivir aventuras por delegación en las bibliotecas y en las salas de cine, abandona el camino social-alquitranado y HAZTE PIRATA. Y no de esos piratas posmodernos, no, no, pirata de los de loro, sable, pata de palo y escorbuto. Surca los siete mares, aborda cruceros de lujo, emborráchate hasta caer por la borda, amanece cada día en un puerto distinto con una enfermedad venérea más sorprendente que la anterior y vive, VIVE. ¿Para eso necesitaríamos una máquina del tiempo?, no, no, hoy en día hay piratas, puede que no en estas latitudes, pero yo le acabo de mandar una carta a la embajada de Somalia para pedirles información y enrolarme en su gloriosa tradición naval.

pirate, dog, pirata, perro, disfraz, costume

Asunto: I WANNA BE A PIRATE, A PIRATE I WANNA BE

Hola, me gustaría obtener información acerca de cómo convertirme en pirata en Somalia. No sé si tienen ustedes una universidad para piratas o es una titulación de grado medio. He leído los Viajes de Gulliver y La Isla del Tesoro, así que los fundamentos básicos los tengo y a lo mejor podría convalidar algo. En realidad sólo necesitaría un breve cursillo de natación y de nudos. Llevo unos meses desayunando grog así que eso tampoco sería ningún problema.

¡Muchas gracias!

Atte: Harley Threepwood.