sábado, 6 de junio de 2009

¡Videojuegos!

¿Hartos de videojuegos que podrían ser superados en menos de dos horas por un chimpancé lobotomizado? ¿Hartos de que os lleven de la mano a través de vuestras píxel-aventuras? ¿Hartos de tutoriales interminables?

Este es vuestro post amigos. A continuación os ofrezco un pequeño compendio con los videojuegos más exasperantemente difíciles que conozco, juegos que os harán morder vuestro pad de desesperación y que os harán llorar como bebés en su cuna mientras soñáis con ese salto imposible en el que habéis fracasado toda la tarde.

1) Battletoads (NES, 1991)


Con 7 años me compré este juego. 17 años después fui capaz de ver qué había más allá de la tercera pantalla. Gracias a youtube.

Luego bajándome un emulador que permitía salvar partida a cada instante conseguí pasarme ese puto infierno. El juego completo ni así.

El caso es que las dos primeras pantallas son normalitas, tirando a facilonas y el principio de la tercera no anticipa ni de lejos la locura en la que se convierte todo a partir de ahí. A partir del WIND TUNNEL:



Después de esa pantalla yo pensaba, inocentemente, que igual el juego bajaba sus niveles de exigencia, que habría sido una ida de olla de los programadores, que habían calculado mal, que quizás ese día les había dejado la novia, se les había muerto el perro o les habían echado sal al café. Pero no, esos desgraciados eran los Herodes del mundo de los videojuegos. ¿Si no a qué viene el nivel de las serpientes?:



Claro, cuando juega otra persona parece fácil, intentadlo, ni sabiendo de memoria todo lo que va a pasar es asequible. Pensad que era un juego de NES, tenías tres vidas, sin posibilidad de salvar partida.

2) Shadow of the Beast (Megadrive, 1989)

Quizás no sea tan difícil como el Battletoads pero está hecho con una intención hijoputil bastante evidente desde el segundo 0 de juego. Si sabes lo que hay que hacer puedes avanzar bastante, el problema es ese, saber a dónde hay que ir en cada momento, y como decía, desde el segundo 0 van a joderte.

Si vas hacia la derecha, lo normal, hacia delante, una vez que consigues pasarte toda una fase infernal de enemigos imprevisibles y ultrarrápidos de los que solamente puedes defenderte con tus ridículos puños cuyo radio de acción necesitó de un microscopio para demostrar su existencia, llegas a un castillo y BANG no puedes entrar porque te falta una llave.
Efectivamente al principio hay que ir hacia la izquierda, muy graciosos.
Con este comienzo estelar os podéis imaginar el resto de desquiciantes estupideces que los programadores van acumulando para intentar que tires tu Megadrive por la ventana.

a) Te dejan entrar a la fase de los jefes sin que hayas cogido el arma indispensable para derrotarlos. Solamente para regocijarse ante tu impotencia.

b) Si no coges una antorcha, que por supuesto ni está demasiado a la vista ni parece un objeto que puedas coger sino algo de atrezzo, te dejan pasarte una fase a oscuras. Vamos, te dejan intentarlo.

c) El salto jamás te permitirá evitar ninguno de los ataques de tus enemigos. En realidad no sirve para nada más que para que intentes utilizarlo repetidas veces pensando “si lo han puesto será por algo” pero no.

d) La versión de Megadrive de la que hablo fue resultado de una mala conversión de la versión original de la Amiga. La original iba a 50Hz, la de la Megadrive a 60 y como no cambiaron el tiempo que permanecía cada frame en pantalla el resultado fue que el juego iba un 16.7% más rápido. Puede que un 16.7% no parezca demasiado, un centímetro tampoco lo parece hasta que una bala te pasa a un centímetro de la cabeza. Ese 16.7% marca la diferencia entre que tu madre te oiga cagarte en lo más sagrado porque no te pasas el juego y que te encuentre ahorcado con el cable del pad.

Un vídeo de la parte final del juego. Mención especial al decepcionante (y sorprendentemente fácil) monstruo final:



3) Super Mario Forever (NES –emulador-, ¿?)


¿Qué habría pasado si en 1985 Bowser hubiera contado con los servicios de Satanás como diseñador de niveles?

Algo parecido a esto:



Para descargarlo:

http://rapidshare.com/files/189477925/SuperMarioFOREVER.zip



4) I Wanna Be The Guy (Windows, 2007)


Y llego al final de nuestra lista con I wanna be the guy cuyos niveles de dificultad absurdamente gratuita superan a cualquiera de los anteriores, tanto que más que un videojuego puede ser considerado como una videovenganza.

En la web para descargarlo ya empiezan con cachondeo recomendándote que te bajes la demo, que total, no vas a pasarte más allá de los primeros niveles como mucho y no te compensa bajártelo entero. Tienen razón.


Lo tiene todo: enemigos ultrarrápidos, plataformas invisibles, caminos que no llevan a ninguna parte y un nivel de imprevisibilidad ridículo, amén de un sentido del humor retorcido con varios momentos estelares:

a) Game Over Room
Uno de los caminos sin salida del juego te lleva, después de una serie de saltos sobre plataformas invisibles a la habitación del Game Over, una habitación sin salida –sin más salida que volver por donde has venido- con el mismo aspecto que adquiere la pantalla cuando te matan y una frase que reza: “esta es la habitación más segura del juego, sólo puedes morir apretando la Q”. La Q es el botón para suicidarte.






















b) El juego se suele colgar a menudo. Los programadores lo sabían. Así que se les ocurrió incluir este grandioso momento en el que te aparece el mensaje de error de Windows, parece que el juego se te ha colgado… y no, es un puto enemigo más del juego que te aplasta mientras intentas darle a “No Enviar”.



c) Imagínatelo, llevas días intentando pasarte una fase del juego, intentando llegar al siguiente punto de salvar partida, ese salto imposible te ha costado aproximadamente tres mil intentos, varios años de vida menos y tu matrimonio… y cuando llegas… el puto save game point cobra vida, te ataca y te mata.

Yo conseguí llegar al primer savegame y casi lloro de la emoción.


Aquí un vídeo de un tipo intentando pasárselo:



Hay muchas partes en youtube del mismo tío, son muy divertidas. Son muy divertidas porque no eres tú el que está jugando.


En el día en el que el Tetris cumple 25 años este es mi pequeño homenaje a los videojuegos clásicos cuya extrema dificultad nos educó en las bases de la frustración y la impotencia haciéndonos mentalmente inestables pero dotándonos también de unos reflejos inhumanos que nos capacitan para atrapar moscas en el aire con más precisión que los camaleones, y eso en una dieta insectívora como la mía compensa cualquier tipo de enfermedad mental…

¿Qué?

1 comentario:

  1. ¿Esta entrada no tiene comentarios? Eso me ofende. Aunque yo habría mencionado el Manic Miner, juego del que nunca logré superar más de 2 o 3 pantallas seguidas, y eso porque había un par de pantallas sin enemigos, donde sólo ibas de paso. Y la música te desquiciaba, cada bip-bop-bip devoraba un pedazo de tu cerebro y lo convertía en, no sé, sudor.

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