domingo, 5 de diciembre de 2010

Matemáticamente probable-Socialmente cuestionable

En la infinitud del universo, en algún recóndito lugar-momento del espacio-tiempo dos personas se cruzaron-cruzan-cruzarán por la calle y se produjo-produce-producirá esa situación de duda ridícula, ese amago en el que uno intenta ir hacia un lado pero el otro hace lo mismo y entonces ambos intentan rectificar pero rectifican como lo haría su reflejo en un espejo y vuelta a empezar. Pero en este recóndito lugar esto no ocurriría dos o tres veces sino para siempre. En ese imposible probabilístico dos personas quedarían atrapadas en un absurdo que la estadística descarta muy a la ligera.

Al principio las dos personas se odiarían. Su enemigo, porque al principio sería considerado un enemigo, le ha arrancado de su vida, le impide seguir su camino, bloquea su avance literal y figuradamente. Puede que incluso llegasen a intentar agredirse, pero sus puños chocarían irremediable y futilmente. Con el paso de los meses, de los años, se irían acostumbrando el uno al otro, aceptando su destino, inevitable, insalvable, envejeciendo juntos y justo al final uno tendría la suficiente confianza con el otro como para hablar.

-Voy a ir por la izquierda.
-Vale.

Y ambos darían su último paso, pero por fin certero, antes de caer muertos al suelo.


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