martes, 1 de febrero de 2011

Todo dos por uno.


El otro día estuve en un restaurante que anunciaba eso. A simple vista parecía la clásica oferta de dos por uno, pero era diferente. No ponía menús infantiles dos por uno, panqueques dos por uno ni ninguna fórmula mojigata. Ponía todo, TO-DO, se tiraban a la piscina, TODO dos por uno. Se tiraban a la piscina sin flotador, a una piscina con cloro en el agua, es más solamente con cloro, en su estado gaseoso, de hecho ni siquiera había piscina, sólo había un agujero negro de duplicidad que olía intensamente a cloro.

Entrabas y daban ganas de pedir dos tenedores, dos sillas, dos camareros, dos de todo, dos restaurantes, ¡dos! jajajaja idiotas, no lo habéis visto venir. Sírveme dos cocacolas camarero bicéfalo. ¿Y el propio cartel? ¿qué pasa ahí? Dos carteles de Todo dos por uno. Los restaurantes se irían duplicando hasta el infinito. La primera réplica del restaurante original también tendría un cartel que le obligaría a seguir clonándose. Un rollo fractal muy chungo y catastrófico. Algo de lo que Copérnico ya nos advertía.

wizard, mago, hechicero, sorcerer, atomic bomb, explosion, mage

Al final el restaurante se sale con la suya y acabas con el doble de diarrea.

No me extrañaría que para la expansión de Starbucks haya ocurrido un fenómeno similar.

2 comentarios:

  1. Un restaurante que ofrece el doble de diarrea es un restaurante al que yo quiero ir. Pero ya. Dime dónde está.

    ResponderEliminar
  2. Me he fumado un porro y sin querer llevo media hora mirando fijamente al mono comerse un plátano tras otro... (Al menos esta vez no los estoy contando)

    ResponderEliminar

¡Comenta o muere!